Cuando la economía se detiene, los emprendedores la impulsan
José Manuel Correa, Director ejecutivo de Endeavor
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José Manuel Correa
Si algo tenemos que destacar de este 2020 turbulento, con incertidumbre y lleno de cambios, es el aprendizaje que adquiriremos en la manera de hacer negocios, junto con la capacidad adaptativa, resiliencia y fortaleza que tuvieron los emprendedores de Chile para afrontar momentos críticos económicos y sociales, demostrando el rol clave que cumplen en la reactivación económica y en el desarrollo del país.
La necesidad de cambiar el modelo de negocio fue inevitable, convenciéndonos de algo que hace tiempo nos rondaba y que se aceleró con la pandemia: la única forma de seguir subsistiendo es subirse al carro de la transformación digital. Una lección que aprendimos de golpe y que llegó para quedarse.
Pero el hecho de ser digitales y lo suficientemente flexibles para operar en condiciones que pueden cambiar de un momento a otro, no solo te mantiene arriba en un contexto como este. Estar asociado a la tecnología permite escalar, internacionalizarse y levantar capital mucho más rápido, porque los productos y/o servicios que estén más cerca de la nueva economía van a tener más posibilidades de ser considerados al acceder a financiamiento y poder crecer.
En situaciones de crisis como la que explotó el año pasado, se evidencia como nunca que los emprendedores de alto impacto son quienes a través de la innovación encuentran soluciones que permiten a las industrias seguir funcionando, reactivando así la economía. Lo reafirmamos con más fuerza con el estudio de Endeavor junto al Centro de Innovación UC, que detectó que el 1% de las empresas Scale-ups -aquellas con tasas de crecimiento mayor a 20% al año- generan el 40% de los empleos.
En ese sentido y en un escenario económico frágil, donde la productividad total de factores cayó por segundo año consecutivo en un 0,7% según estimó el último Informe Anual de Productividad de la Comisión Nacional de Productividad, el rol de los emprendedores y del desarrollo de estas empresas será la clave.
Tenemos que tener presente que son quienes tienen las estructuras ágiles y conocimiento de tecnología para crear en corto periodo de tiempo soluciones que se acoplan rápidamente a las problemáticas sociales, medioambientales, industriales actuales, con innovaciones logísticas, servicios de última milla, en entretenimiento, salud, cultura y tantas áreas más que nos ayudarán sobre todo a mejorar la calidad de vida de un montón de personas, aunque el contexto vaya cambiando.
En este mundo moderno y altamente conectado, también aprendimos que las soluciones que no se conversan o no se cocrean no tendrán el mismo impulso. La clave de la subsistencia de aquí a los próximos años será la capacidad que tengan estas soluciones de ser multiplataformas, flexibles y que puedan operar cual sea el escenario.
Ya no estamos en tiempos donde las ideas se crean a puertas cerradas y se lanzan sin compartirlas con nadie. Hoy hay que cambiar el paradigma y entender que la cocreación y la colaboración basada en la tecnología es la clave para generar impacto, y que así como los emprendedores tienen la misión de encontrar soluciones, como ecosistema debemos trabajar en conjunto entregándoles las herramientas, financiamiento, capacitaciones y lo que necesiten para impulsar sus proyectos, porque si los apoyamos, entonces podrán ser demandados y crecer. Este 2021 no nos olvidemos que cuando la economía se detiene, los emprendedores la impulsan.